“Los
años pasan como un suspirar..” dice la canción y creo que estamos de acuerdo que
es verdad!!! Les voy a mostrar mis comienzos en
nuestro planeta tierra. Yo nací en un pedacito de su suelo llamado
Moreno. Tengo algunas fotos de aquel entonces. Viví en ese lugar hasta los diez
años, y fui muy feliz.
Mi casa estaba al lado de la iglesia y frente a la plaza. En
en ese tiempo, era un lugar mágico donde podíamos jugar los chicos del barrio, sin
peligro alguno. Mi casa era un lugar maravilloso. Era antigua, muy antigua, con
grandes patios. El primero, lleno de macetas con plantas; el segundo, tenía un enrejado con hermosas
glicinas y como techo, una parra que daba uvas moradas. Un gran jaulón sin
pájaros, con una diminuta puertita, por la que alguna vez me introduje en la jaula y que
tuvieron que romper para sacarme. Un árbol de mandarinas al cual me subía para
jugar. Y luego, venía un alambrado lleno de campanillas y malvones y por último..estaba el terreno con árboles
frutales y al final, el gallinero. Toda
casa que se preciara de completa tenía, en aquel entonces, un gallinero. En esa
zona había una pared que daba a los fondos de la iglesia que yo exploraba
concienzudamente y, les cuento, un día
logré treparme a la torre del campanario
por el lado de afuera ja ja¿Traviesa
yo?
Hay mil cosas más pero no quiero
aburrirlos. Lo que sí recuerdo es que tenía la cabeza llena de “imaginadas
aventuras”. ¡Pido perdón por no saber
escribir como se debe, pero lo que les
narro, lo hago desde el corazón,!! ¡Es una charla entre amigos!!!